Zerjio's Güorld

Después de realizar ayer una circunvalación y ascenso al Mulhacén, hoy tocaba una excursión por media montaña en las Alpujarras granadinas, a las faldas de Sierra Nevada. En este caso el pateo tendría también fuertes desniveles, pero no sentiríamos las inclemencias del clima (especialmente el viento) que tuvimos ayer en las cumbres más altas.

Partimos de Soportujar, un pequeño pueblo de las Alpujarras, famoso por una tradición recientemente inventada (y sin ningún tipo de respaldo histórico) sobre brujas. El pueblo está plagado de representaciones de mujeres feas y malvadas sobre escobas y, ciertamente, esta "tradición" atrae muchísimo turismo a la localidad.

El pateo comienza con una subida muy intensa por unas pistas de cemento rayado hasta aproximarnos a una acequia que trae el agua desde el dique 24. Dicha ascensión no es bonita y presenta algunas trampas mortales disfrazadas de inocentes frutos: Fernando cogió algunas castañas del suelo que le pegaron algún que otro buen pinchazo en los dedos y con las que por poco se atraganta y tenemos un problema gordo. El dique 24 está completamente colmatado (según Trujo desde siempre) y desde allí sube otra pista haciendo unas zetas muy pronunciadas por un bosque de robles y castaños. Según cuenta Trujo, hace años esa pista no existía y la vereda ascendía de manera mucho más directa y abrupta. No es el tramo más bonito de la excursión, ciertamente.

En un momento dado pasamos junto al Vivero de Monte Chico (actualmente no en uso) donde se cultivaban especies de muchos tipos de castaños existentes en Andalucía. A partir de ahí el camino pasa de ser una pista a un sendero y ciertamente es mucho más agradable y bonito el paseo y el entorno. Seguimos ascendiendo hasta una pista que llega a cruzar el Rio Chico en el Puente Palo. Allí paramos a comer algo y esperar a los más rezagados. De hecho íbamos buscando una fuente que nos había mencionado Trujo que estaba un poco antes del puente. No la encontramos. Revisando el mapa, la fuente está un poco después del puente.

Una vez recobradas las fuerzas deshacemos un poco el camino andado por la pista, subimos un poco más por el sendero marcado con destino a Pampaneira y pronto nos desviamos a la derecha para seguir en paralelo otra acequia que nos llevaría por una serie de praderas hasta la Atalaya de Soportujar, con unas muy buenas vistas de Pampaneira, Bubión y Capileira.

Desde allí comenzaríamos el descenso, en algunos momentos bastante intenso. Pasamos por el Centro Budista que hay en las Alpujarras donde pudimos ver algunas de sus peculiaridades, como por ejemplo la estatua de Tara Verde, el Buda de la Medicina, y la rueda de las oraciones. Ciertamente es curioso encontrar en Granada estas cosas.

Desde el centro budista hasta Soportujar el descenso vuelve a convertirse en su mayor parte en pistas (muchas de ellas de cemento) que nos hacen perder altura de manera vertiginosa. Medicina de la buena para las rodillas...

Acabamos la excursión tomando algo fresquito en un bar de Soportujar (la cocina estaba cerrada) y nos despedimos allí mismo puesto que los "extranjeros" (entiéndase los de fuera de Graná) aún tenían muchos kilómetros por delante hasta llegar a sus casas.

En resumen, un fin de semana muy entretenido, viendo senderos y montañas espectaculares y rodeado de buena gente con la que espero pasar otras aventurillas futuras.