Este sábado, azuzados por una foto espectacular que corría por las redes sociales, decidimos intentar descender el barranco del Rinconcillo, en Sierra Nevada a ver si podíamos rapelar sus cascadas rodeados de hielo. De los cinco integrantes de la excursión (José Ángel, Belén, Francis, Antonio [Trujo] y yo) ninguno habíamos hecho un barranco helado, con lo que las expectativas estaban altas y todos teníamos una ligera sensación de agobio por la posible dificultad / peligrosidad del asunto.
Cuando llegamos al aparcamiento cerca de las minas de serpentina (donde se suelen dejar los vehículos para hacer este barranco) una bofetada de frío nos hizo pertrecharnos rápidamente con las ropas de abrigo que llevábamos. Sin embargo, una vez comenzada la aproximación, rápidamente entramos en calor, puesto que el desnivel que hay que salvar hasta la cabecera no es poco. La aproximación tuvo sus momentos delicados porque había zonas con algo de hielo que entorpecieron el avance.
Una vez en la cabecera nos percatamos que la foto espectacular de la cascada helada no la íbamos a ver. La mayoría de carámbanos y trozos de hielo se habían derretido en los últimos días y solo quedaban vestigios pequeños pegados a algunas de las ramas del árbol que hay en la cabecera. Nos ajustamos los neoprenos o trajes secos (cada uno el equipo que tenía) y nos lanzamos al descenso.
En principio no hubo grandes diferencias a hacer el barranco en primavera o verano (la cantidad de agua era muy similar a la de otras ocasiones), salvo porque resbalaba muchísimo (en verano también resbala, pero no tanto) y que el agua y ambiente estaba un poco más frío. En cualquier caso el descenso se hizo bien y disfrutamos de todos los rápeles. Es verdad que en muchas ocasiones los descensos no fueron muy elegantes, pero es que no había quien mantuviera el equilibrio con tanto resbalón. Como dijo Francis, se trata de un barranco K1: "ca uno lo baja como puede".
Al final del descenso las manos y pies estaban ligeramente doloridas por el frío pero, afortunadamente, en el aparcamiento daba un solecito estupendo que nos permitió calentar los huesos.
No te pierdas el vídeo de la salida que ha hecho José Ángel para su canal de Youtube Las Montañas y Yo:
