Via Ferrata Larraona y bosque encantado - 25/07/2023

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Descripción:

En la sierra de Urbasa, cerca de la frontera entre Navarra y el País Vasco está Larraona, un pueblecito que cuenta con una vía ferrata en las inmediaciones y algunas cuevas y un hayedo que llaman "bosque encantado" por sus caprichosas formas de la roca y la frondosidad y verdor de sus árboles y suelo. Para llegar a esta zona hay que salvar una pista con unos 300 metros de desnivel que, si bien no es complicada, desde luego te hace sudar.

La ferrata de a Larraona no es muy complicada. Las indicaciones que habíamos encontrado por Internet la calificaban como K2 (fácil / principiante). Sin embargo en nuestra opinión es un poco más complicada (K3 o cómo jocósamente nos inventamos, K2 vasco). Es bastante bonita y tiene varios pasos horizontales donde los pies directamente apoyan en la roca natural. También nos dió la impresión de que las grapas eran más finas de lo aconsejable (veremos a ver como envejece). De hecho un par de escalones se movían. Tampoco nos gustó que los cables habían sido instalados con camisa de plástico, lo cual ha fomentado su oxidación. Tampoco nos gustó mucho que en algunos tramos hay que agarrarse directamente a la línea de vida ya que no había ningún otro medio de sujeción. Por tanto podemos decir que pese a que es divertida y el paisaje no desmerece, la instalación no es la mejor que hemos visto. Por cierto que al comienzo de la vía los lugareños habían incluido un cartelito diciendo que la instalación de la ferrata era ilegal y que por tanto su uso cae bajo cuenta y riesgo de los usuarios.

Después de hacer la ferrata emprendimos el camino para ver la entrada a la cueva de los Cristinos. Tristemente están cerrándola (toda delimitada por cinta y carteles de "prohibido pasar" y nos tememos que se convertirá en una atracción turística por la que habrá que pagar. De hecho fue un poco desagradable que de camino una guarda forestal y alguien más del pueblo que pasaba por allí con su todo terreno pararon y nos indicaron que estaba prohibido, que no se nos ocurriera meternos.

Una vez no vista la cueva continuamos nuestro camino hacia el hayedo que denominan bosque encantado. Allí las formaciones rocosas, cubiertas de musgo verde brillante y esponjoso crean ciertamente un ambiente mágico y fresco donde se puede uno detener a tomar un trago de agua y disfrutar del ambiente.