Sierra de Guara - 01/05/2023

Descripción:

Del 1 al 3 de Mayo de 2023, José Antonio (Tarifa), Antonio y yo mismo (Zerjillo) pudimos escaparnos unos días a la Sierra de Guara (Huesca) a hacer algunos barrancos y vías ferratas. Esta sierra nunca decepciona por sus paisajes y lo espectacular de sus barrancos, paredes, arcos y agujas.

El día 1 -para calentar- hicimos el barranco de los Oscuros del Balcés, donde Antonio se estrenó por primera vez en un barranco húmedo. Pese a que meses antes Tarifa y yo lo habíamos hecho, no decepcionó para nada. Técnicamente no es un barranco muy complejo ni exigente (un par de rápeles cortos y algunos destrepes), pero la estrechez de la garganta y las zonas de oscuridad lo dotan de un atractivo especial. Como nota desagradable, mi bote estanco falló (descubrimos un fallo de fábrica en el borde que contacta con la junta tórica), con lo que mi móvil sucumbió ahogado en las aguas del río.

Como finalizamos el barranco pronto (sobre las 2 de la tarde) decidimos probar con una ferrata de la zona llamada Espolón de la Virgen. Con una dificultad de K3 tiene algunos pasos laterales un poco raros. Además nos sorprendió que la línea de vida estaba siempre muy desplazada a un lado. Tiene unas vistas espectaculares a un arco cercano y unos paredones donde típicamente se escala. La vuelta la hicimos por el barranco de la Virgen, un tramo muy cortito con unos pocos rápeles cortos pero bonitos para volver a la senda por donde hicimos la aproximación.

El segundo día Antonio decide descansar después de la paliza del primer día y Tarifa y yo mismo nos lanzamos a hacer el barranco Mascún, una de la joyitas de la Sierra de Guara. Temido por algunos no por su dificultad técnica sino por la larga aproximación (3 horas) y retorno (2 horas). La aproximación es ciertamente larga, aunque transcurre por unos paisajes muy espectaculares. Especialmente penosa la subida desde el cauce del río hasta Otín (una hora de pendiente fuerte con toda la carga del equipo) en donde ajustamos el paso a una velocidad lenta pero sostenida. Una vez llegamos al comienzo del barranco (que no llevaba mucha agua, pero si suficiente) nos encontramos con un grupo de 15 franceses que también se habían escapado para hacer unas vacaciones de barrancos en Guara. El barranco comienza con adrenalina: una salto de unos 6 metros a una poza y desde allí el primer rapel (uno de los más largos, 18 metros).

El barranco es absolutamente espectacular, con una zona de oscuros que quita el hipo (casi parecía espeleología) con varios rápeles estrechos pero muy divertidos. Eso sí, el agua de los oscuros estaba muy fría. Alcanzamos al grupo de franceses un par de veces y como nos vieron un poco más rápidos que ellos muy amablemente nos cedieron el paso dejando que rapelaramos por sus cuerdas, con lo que nos ahorramos fácilmente 45 minutos de barranco y la instalación de 4 rápeles.

Una vez superada la zona de oscuros (donde finaliza el Mascún superior) seguimos por el cauce del río (Mascún inferior). Se hizo un poco penoso porque estaba prácticamente seco, aunque aún quedaban algunas badinas frescas. Esta parte del barranco está compuesta fundamentalmente por caos de piedras en los que en algunos casos costaba encontrar el camino o destrepe apropiado para pasar. Los rápeles fueron sencillos. Una vez terminado el barranco (10 horas sin prácticamente parar ni para comer) llegamos de vuelta a Rodellar para tomarnos algo fresquito y descansar las piernas.

El tercer día fue mucho más ligero porque teníamos que salir temprano de vuelta para Granada. Decidimos hacer la vía ferrata de Peñas Juntas en Bierge. Es una ferrata de iniciación aunque, en mi opinión, hay un par de pasos que pueden ser difíciles con niños (porque no lleguen a los escalones). Es bastante juguetona con varios puentes sobre el río y la aproximación y retorno son bastante cortos.