Un barranco que se puede realizar fácilmente a pie y sin ningún aparejo especial. Solo hay un salto que no puede hacerse sin rapelar. Para evitarlo nos desviamos a la izquierda y circularemos cerca del borde del tajo hasta llegar a la señal que nos indicar á la presencia de los Lavaderos de Tajo (del siglo XVIII). Allí hay una galería excavada de donde brota agua que se sigue usando en la actualidad. La vuelta la realizamos por una pista / carretera hasta el mismo punto de partida (Arico el Nuevo).